5 Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. 8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
No hay mayor ejemplo de amor y humildad al que Pablo pueda apelar que al de nuestro Señor. Nadie tuvo un amor más grande, que lo haya llevado a la humillación más grande e incomprensible, llevándolo de la posición más alta del universo a lo más bajo y humillante.
Siendo igual a Dios y mereciendo toda alabanza y todo honor. No habiendo hecho nada que mereciera repudio o castigo, ya era bastante perdida y humillación el hacerse hombre, pero aún como hombre se humilló siendo siervo de los demás, enseñándonos a ver por los demás antes que por nosotros y al final muriendo para pagar por nuestro pecados, por la muerte más dolorosa y humillante.
Toda esta incomprensible humillación fue motivada por amor. Renunció a todos los privilegios que no podemos siquiera imaginar, que además eran merecidos, por cambiar nuestra eternidad.
Aplicación:
Todos tenemos algo a lo que nos aferramos y no queremos soltar. Estas son las cosas que originan las discusiones, enemistades y divisiones entre los hermanos, pues los intereses de uno, chocan con los intereses del otro, en vez de luchar juntos por los intereses del evangelio. Sea lo que sea, no podemos tenerlo en tan alto valor, que lo valoremos más de lo que Jesús valoró el ser igual a Dios. El no lo tuvo como algo a que aferrarse, renunció gozoso a esto para hacer la voluntad de Dios y por amor a nosotros. Siguiendo su ejemplo, despojémonos de todo interés personal que nos impida el tener en más estima a los intereses de los demás y sobretodo a los intereses del evangelio.
Oración:
Amado Señor, líbranos de las cosas que valoramos por encima de tu voluntad y de los intereses de tu evangelio. Ayúdanos a seguir tu ejemplo de humildad y de amor, ayúdanos a tener un corazón como el tuyo, que no ama lo propio, sino que encuentra su satisfacción en complacer al Padre y en amar al prójimo. Te lo pedimos por el glorioso nombre del Señor del universo. ¡Amén!
Por: Raúl Orozco. www.EstudiemosLaPalabra.com
👂🏼 ▶El audio del estudio está disponible en audio (pensando en que sea una ayuda a los débiles visuales, o personas que aprenden mejor escuchando,sólo busca el día que corresponde hoy para que lo escuches desde la lista de reproducción del estudio: https://soundcloud.com/user-23579622
No hay comentarios.:
Publicar un comentario