martes, 12 de septiembre de 2017

El reino de los cielos ha llegado. Ya, pero todavía no. Lucas 11.


El Reino de los cielos ha llegado.


El Reino de Dios llegó de una manera sin precedentes con la venida de Jesús, sus milagros y señales fueron sorprendentes y palpables, su sabiduría fue extraordinaria y sin error, muchos testificaron 👉"Nadie ha hablado como Él"👈, su carácter y forma de conducirse fue impecable. El mismo Señor testificó que sus señales eran prueba de que el Reino de Dios había llegado.

Lucas 11:20
Pero si yo por el dedo de Dios echo fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros.

Por otro lado, a quienes estaban esperando una manifestación completa del Reino les dijo que no sucedería en ese momento, sino que se iría para después volver.

Lucas 19:11-12
11 Estando ellos oyendo estas cosas, continuando Jesús, dijo una parábola, porque El estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro. 12 Por eso dijo: Cierto hombre de familia noble fue a un país lejano a recibir un reino para sí y después volver.

El Reino de Dios viene en dos etapas. El rey viene primero humilde en un asno ofreciendo perdón y reconciliación, pero después vendrá en un gran caballo blanco a traer justicia. Los judíos querían el cumplimiento completo ya, lo que no pudieron ver, es que al igual que nosotros, necesitaban la reconciliación y el perdón para que no fueran todos ellos juzgados y condenados.

Ya pero todavía no.

La biblia enseña que toda la historia está dividida en dos eras o edades o siglos:
☝La presente era caracterizada por el pecado, la miseria y el gobierno de Satanás.
✌Y el siglo venidero, caracterizado por plena justicia, libertad, abundancia y gozo.

El misterio del reino es que estas dos edades se traslapan con la venida de Jesús. El siglo venidero ha empezado en cierto sentido, pero el Reino no se establecerá en su plenitud hasta que el vuelva de nuevo.

  • Ya hemos pasado de muerte a vida (1 Juan 3:14), pero aún nuestro cuerpo se desgasta y morimos (2 Corintios 4:16).
  • Ya hemos sido absueltos de todo pecado en Cristo (Romanos 5:1), pero debemos orar todos los días "perdónanos nuestros pecados así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden".
  • Ya tenemos el Espíritu que nos santifica como garantía de nuestra herencia (Efesios 1:13-14), pero la guerra entre la carne y el Espíritu sucede cada día (Gálatas 5:16-18).

Este siglo caído perdura por un tiempo. Vivimos, en ambas eras, Comúnmente se le llama “La era del ya, pero todavía no”. Hemos probado los "poderes del siglo venidero" (Hebreos 6:4-5), pero aún sufrimos los efectos de un mundo caído.

Cada bendición de la era venidera ya es nuestra en Cristo (Efesios 1:3), pero Dios quiere que esperemos pacientemente a nuestra herencia mientras nos preparamos para recibirla. Jesús dijo que que el camino que lleva a la vida es difícil (Mateo 7:14). Este el camino de Dios para hacernos "dignos para el reino" (2 Tesalonicenses 1:4-5 ).

Sus obras apuntan hacia la consumación del Reino.

Las bendiciones de la era venidera son temporales en este tiempo. Son señales que apuntan a la gran resurrección final. La enfermedad y la muerte no fueron abolidas con la venida de Jesús, las personas que sanó y resucitó, al final murieron. Sus sanidades y resurrecciones eran señales de que en el reino final serían abolidas.

La venida del Reino en esta época del “Ya pero todavía no”, debe primeramente abrir nuestros ojos al cumplimiento de la segunda venida del Reino. Debe abrir nuestros ojos a la esperanza que tenemos en Cristo, una nueva creación donde ya no hay más enfermedad, ni dolor, ni tristeza ni muerte, sino vida, abundancia y gozo. Y debe motivarnos para ser fieles en ir por el camino angosto, en perseverar en la batalla de la fe, para enfrentar las tribulaciones de la vida con fidelidad al Señor.

No tu mejor vida ahora.

Es muy importante comprender esta época en la que vivimos, tristemente hay personas que enseñan solamente que el Reino ya está aquí, y que si tenemos la fe necesaria podemos tener una vida "libre de problemas, en victoria, en completa sanidad, en abundancia económica", etc. Pero esto no es la realidad, ni es lo que el Señor nos mandó a vivir en esta vida. Buscando estas bendiciones, las personas se concentran en esto y se olvidan de su preparación para el Reino venidero. En vez de buscar ser como Jesús: humilde, misericordioso, compasivo, generoso, convierten la vida cristiana en una carrera por obtener cosas y "bendiciones", en vez de combatir la avaricia... la promueven.

Dicen que todo fue ya ganado por Cristo en la Cruz, salvados por gracia y sólo queda disfrutar. Esto es sólo una parte de la verdad, y peligrosamente nos desvía de la principal tarea que tenemos hoy, y del principal trabajo que Dios hace con nosotros en este mundo; transformarnos en alguien apto para el el Reino de Dios.

Si, el Señor nos salvó por gracia, y también nos sigue salvando por gracia. La transformación que hace en nosotros en este mundo es parte de su salvación, y es necesaria para que entremos a su Reino. Por eso el Señor también nos dice dentro de este pasaje en Lucas 11: "...dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan" (Lucas 11:28), no los receptores de sus señales, ni siquiera los más cercanos a Él, tampoco los que recibieron más abundancia, sino los que oyen su palabra y obedecen. Estos son los dichosos, pues entrarán al Reino del Señor cuando venga en su plenitud.

Fuimos salvados por gracia en la cruz, y seguimos siendo salvos por gracia en este mundo, haciéndonos aptos para el Reino de Dios.

En este tiempo no experimentaremos la plenitud del Reino, al contrario, pasaremos por muchas tribulaciones que nos entrenarán a ser fieles en medio de la adversidad, los desastres naturales acontecidos recientemente (Los huracanes Harvey e Irma, y el terremoto en el Sur de México), nos recuerdan contundentemente que aún vivimos en un mundo caído. Sin embargo, dentro de todas estas desgracias, estoy seguro que tendremos testimonios de la gracia y la misericordia de Dios salvando y ayudando a muchos milagrosamente. Veremos a nuestro Señor interviniendo para mostrarnos y darnos esperanza de que un día volverá y establecerá Su Reino, donde no habrá más dolor y muerte.  

¿Qué haremos?

Tenemos la opción de aceptar la invitación y prepararnos para la venida del Reino, siguiendo al Señor con todo nuestro corazón y obedeciendo su palabra; podemos rechazarle a pesar de haber visto su bondad; o podemos sólo buscar sus beneficios y milagros para esta vida, ignorando que Él desea que anhelemos el Reino por venir, y que quiere que nos dispongamos de todo corazón a obedecerle y a prepararnos para su venida.

Medita hoy en tu corazón, 💭recuerda cómo es que oras frecuentemente, y cuales son los deseos que cautivan tu corazón. ❤

¿Estás pidiendo solamente mejorar tus condiciones de vida ahora, o estás en un camino hacia ser como Jesús?
¿Estás buscando tener más bendiciones materiales o buscas crecer en santidad, y humildad, y generosidad y amor al prójimo?

Que las señales del Señor sean una ventana hacia la eternidad, y no sólo una oportunidad para mejorar nuestra vida en este mundo.

Por: Raul Orozco

jueves, 7 de septiembre de 2017

Preocupados y molestos

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😰😱Preocupados y molestos🙅😡

La mayoría de las personas nos sentimos abrumados por las tareas que debemos hacer en un día, por si fuera poco, la cultura a nuestro alrededor, tienen demasiados planes para nosotros. Basta con hacer una rápida busca en el internet para encontrarnos con los siguientes títulos:


  • 30 hábitos diarios para una vida saludable y feliz.
  • 10 hábitos diarios que te harán millonario.
  • 15 hábitos diarios de las personas organizadas.
  • Los 10 hábitos diarios de las personas triunfadoras.
  • 5 hábitos diarios de las mujeres con gran estilo.
  • 10 hábitos diarios que mejoran tu equilibrio emocional.
  • 70 hábitos para cambiar tu vida.


Lo curioso de todo esto, es que no alcanzan las 24 horas a veces para cumplir una sola de las listas ⌚, no se diga si quiero ser feliz, saludable, rico, organizado, triunfador, positivo y con un gran estilo.

Muchas personas han comprado la idea que la forma de ser mejores es agregando estos objetivos a sus vidas e implementando cada vez más hábitos y perfeccionarlos. Ser "el más rico, organizado,  triunfador, sofisticado", etc. Pero quizá es tiempo de que cuestionemos estas ideas. 💭

El pasado domingo estudiamos el pasaje donde Jesús visita la casa de Marta y María. Marta como buena anfitriona y un corazón de servicio, se estaba esmerando por atender al Señor y los invitados que con Él vendrían lo mejor posible, mientras que María estaba escuchando la palabra a los pies del maestro.

Marta sabía que esto era importante, y por eso, al verse alcanzada por el inicio de la reunión, le pregunta al Señor: ¿No te importa que mi hermana me deje servir sola? Su razonamiento es lógico, por qué no decirle a su hermana que le ayude, para entonces poder empezar todos juntos. Es algo que cualquier anfitrión pediría y una cortesía básica de los invitados.

Lo que quizá Marta no se da cuenta, es que al decir estas palabras, implícitamente está asumiendo que la actividad que ella realiza es "más importante, o más urgente" que lo que está haciendo María.

➡Estamos ante una decisión de prioridades.

Marta no obtiene la respuesta que ella deseaba, el Señor no interpreta las prioridades de la misma manera que ella. En su punto de vista, Marta está 👉preocupada y molesta por tantas cosas que NO son necesarias👈.  De todas las cosas que Marta está segura que debe terminar y de todas las cosas que Marta está intentando hacer para ser una buena anfitriona, sólo una hace falta, y María la ha escogido.

☝Una sola cosa.

Sólo una cosa importa. David en el Salmo 27 y el apóstol Pablo en su carta a los Filipenses llegaron a la misma conclusión:

⏺Salmos 27:4 LBLA
Una cosa he pedido al Señor, y ésa buscaré: que habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor, y para meditar en su templo.

⏺Filipenses 3:8
Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo.

David pidió contemplar la hermosura del Señor y meditar en su templo. Pablo dejó todo lo que consideraba valioso por conocer a Cristo. Ambos querían conocer más al Señor, escucharle, aprender de Él, maravillarse de su hermosura, carácter, sabiduría y meditar en todo esto. En otras palabras, sentarse a sus pies.

🔵 Simplicidad en vez de Complejidad.🚫

El camino que el Señor quiere que sigamos es el de simplificar nuestra vida para enfocarnos ⏺en estasola cosa⏺que realmente importa para la eternidad. Pablo tuvo todo lo demás por basura, David determinada mente dijo: "Una cosa he pedido y esa buscaré".  

No le agregamos más valor al añadir más complejidad o al hacer más sofisticada nuestra vida, sino al hacerla más simple🌿. En efecto, tienes responsabilidades que cumplir y diferentes roles que llevar a cabo, pero ¿Los llevarás a cabo de forma sencilla para hacer tiempo para esa sola cosa, o llenarás tu agenda de obligaciones, hobbies, compromisos, y demás, dejándote sin tiempo y agotado para lo que realmente importa? 🖊⌚📅📆🤔💭

Cuando decimos "no tengo tiempo", estamos diciendo, no tengo tiempo para algo en específico, pues todos tenemos 24 horas. Sería realmente triste que no tengamos tiempo para la única cosa que realmente es necesaria, mientras estamos preocupados y atareados con tantas otras cosas de menor importancia.

👆⏺Nuestra una sola cosa.⏺

Al final, todos tenemos esa una sola cosa. Muchos como Marta, han definido lo que quieren ser: Un excelente anfitrión, una persona triunfadora, una persona de excelencia, una persona super limpia y organizada, y hacen de esta su meta funcional, su "una sola cosa". Es fácil identificar esto en las personas: El que pase lo que pase siempre tendrá su casa super limpia, o el que pase lo que pase andará a la última moda, o verá las últimas películas, o conocerá hasta la última noticia de su deporte favorito. ¿Qué es lo que vas a hacer en tu día pase lo que pase? Esa es tu una sola cosa.

👉¿Qué haremos?

El día de hoy te invito a meditar:
💭¿Cuál va a ser tu una sola cosa, para lo que harás tiempo pase lo que pase? ¿Esta sola cosa será relevante en 10 años, que tal en 30, o que tal cuando te presentes ante el Señor después de morir?.

Que el Señor nos ayude a seguir el ejemplo de María, y de David, y de Pablo, persiguiendo y atesorando lo único que vale la pena, buscar y conocer al Señor para luego imitarlo y obedecerlo. 🙏

💭 Piensa en tus actividades y hábitos, ¿Encuentras algo en tus actividades que puedes simplificar? 🏁¿Una meta que te estás fijando que en realidad no es trascendente? Estoy seguro que si en realidad nos analizamos, nos sorprenderemos como Marta al darnos cuenta que estamos preocupados y molestos por tantas cosas que NO son necesarias.

📝📄🖊Toma una hoja* antes de que termine el día de hoy, se honesto y escribe tu una sóla cosa. Escribe también las actividades que más te consumen tiempo en el día (incluyendo redes sociales y entretenimiento).

Si puedes platícanos y coméntanos cómo te fue, ¿Pudiste encontrar cosas que NO son necesarias y trascendentes? ¿Harás un compromiso para hacer “lo único que realmente es necesario? 

Por: Raul Orozco.
#EstudiemosLaPalabra.com

*Recurso extra: Para que puedas escribir tu sola cosa y ponerla en un lugar visible, puedes descargar  #gratis este sencillo imprimible en este enlace: https://goo.gl/x4LbsH

viernes, 31 de marzo de 2017

60. Resumen final de 1 Juan.


1 Juan es una carta que el apóstol escribe en sus últimos días de vida, ya anciano y como el último sobreviviente de los discípulos que vieron al Señor en persona. Escribe esta carta como una defensa de la fe verdadera ante el surgimiento de las primeras herejías y los primeros ataques importantes de anticristos o falsos maestros.


En su carta, el apóstol  nos da una maravillosa descripción de lo que es el verdadero evangelio y cómo se ve en nuestras vidas.   


Preguntas de Aplicación Final:

1.      ¿Cuales son las verdades básicas de 1 Juan?
2.      ¿Cómo se aplican estas verdades a mi vida?
3.      ¿En vista de estas verdades, qué cambios deberían hacer en mi vida?

Reflexión final:

El verdadero evangelio consiste en volver a una relación de compañerismo y de pacto con el Dios del universo que se perdió en la caída con la desobediencia de Adán y Eva. Desde este evento, la humanidad decidió vivir en un mundo sin Dios, viviendo nuestras vidas bajo nuestro propio concepto del bien y el mal, cuya principal característica es el egoísmo, el ver por nosotros y en el mejor de los casos por los nuestros, antes que por los demás.


Este es el problema por el que el mundo es un lugar de maldición, este es nuestro verdadero enemigo, y de lo que debemos ser libres para llegar a ser una humanidad como Dios la diseñó, que pudiera gobernar su entorno con amor, misericordia y justicia.


Dado que también debíamos ser juzgados por toda nuestra maldad y el deseo de Dios era salvarnos y restaurarnos, Cristo vino al mundo a morir por nosotros y a mostrarnos cómo vivir. Además de librarnos de la culpa, Él nos da un nuevo corazón para que por el impulso y la vida de su Santo Espíritu, pudiéramos ser restaurados, y al seguir al Espíritu de Dios y su palabra, nuestros pensamientos y corazones puedan ser transformados, poco a poco, hasta que seamos parecidos a nuestro Señor, de forma que podamos formar parte de la nueva creación.


Este es el evangelio, y es el propósito de Dios en nuestras vidas, y que Juan reitera de muchas maneras diferentes. El evangelio no es una creencia, no es una serie de nuevas ideas, no es algo para que el hombre pueda llevar una mejor vida, y mucho menos es una forma o un medio para que pueda lograr sus propios sueños y deseos.


El evangelio se trata de una nueva creación, de una nueva vida. Simplemente, el que tiene al Hijo tiene la vida, el que no tiene al Hijo no tiene nada. La vida en Cristo se trata entonces, de recibir esta nueva vida y esforzarnos detrás de ella, para que permee todas las áreas de mi vida y de mi ser. Que defina mi pensar, mi sentir, mis creencias y pensamientos más íntimos, siguiendo al Señor y a sus propósitos.


Entonces, ya no interesan muchos mis planes, deseos, anhelos en este mundo. Mi vida es Cristo, su vida en mí, me va transformando, cambiando los anhelos más íntimos de mi corazón, que están tan apegados a este mundo, de forma que voy pareciéndome más a Él, sus deseos empiezan a ser mis deseos y sus propósitos mis propósitos.


Dios nos lleve a ser persuadidos por el apóstol Juan, a perseguir el propósito completo del evangelio en nuestras vidas. Que no desperdiciemos este invaluable regalo que es Cristo en nosotros, dejándonos engañar por falsos maestros llevando una creencia superficial, o buscando gloria terrenal en vez de la celestial y eterna. Que el verdadero Dios y Señor sea el único que tenga completo control sobre nuestra mente, propósito y anhelos. Te invito a que también hagas de esto tu oración y tu deseo.

Por: Raúl Orozco. www.EstudiemosLaPalabra.com


jueves, 30 de marzo de 2017

59. 1 Juan 5:20-21 - Cuidémonos de los ídolos.


20 Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos al que es verdadero; y nosotros estamos en aquel que es verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna. 21 Hijos, guardaos de los ídolos.


El Hijo de Dios ha venido, y nos da el entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero y la verdadera vida. Al final todo depende si realmente creemos en Dios y la vida eterna que nos ofrece para seguirle de todo corazón, o si por incredulidad, dirigiremos nuestra vida detrás de algo más.


El último versículo nos da una fuerte advertencia "guardaos de los ídolos".


Exodo 20:3-5a:
3 No tendrás otros dioses delante de mí. 4 No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No los adorarás ni los servirás;...


Un ídolo no es sólo es una imagen o estatua de un dios antiguo, es algo que adoro o sirvo en lugar o antes que a Dios.


Voy a parafrasear una cita de Tim Keller acerca de lo que es un ídolo:


"Fijamos nuestra vista en algo que consideramos valioso y decimos en nuestro interior "Si tengo eso, mi vida tendrá sentido". Existen muchas maneras de describir este tipo de relación con algo, pero quizá la palabra que mejor la exprese sea adoración".


Fuimos diseñados para adorar, siempre adoraremos algo de esta forma, necesitamos por diseño algo que le dé sentido a nuestra vida. La pregunta no es si adoraremos algo o no, sino si el objeto de nuestra adoración será el Dios verdadero o un dios sustituto, un ídolo.


A veces nos burlamos de las antiguas civilizaciones que hacían un Dios de cualquier cosa, pero nosotros hacemos lo mismo. Tomamos otras cosas para que sean el fundamento de nuestra felicidad y realización como personas, no hacemos una estatua para que les represente, pero igual confiamos en las riquezas, el éxito, el romanticismo, nuestra imagen, para que le den sentido a nuestra vida.


Generalmente pensamos que los ídolos son cosas malas, pero casi nunca es así. Cuanto mejores sean, será más probable que esperemos que puedan satisfacer nuestros deseos y necesidades más profundos. Algunos ídolos potenciales son:


El dinero.
El éxito.
La fama.
Los negocios.
El prestigio.
El Romanticismo.
El entretenimiento.
Los deportes.
La familia.
Los hijos.
La imagen personal.


Cuando hay en nuestra vida, alguna de estas cosas que compite con Dios por nuestro corazón, hemos hecho de esto un dios sustituto. Este es el problema que ilustra el Señor con las riquezas en Mateo 6.


Mateo 6:24 (LBLA)
24 Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.


El concepto de servir, está muy ligado con adorar. Nosotros servimos a las riquezas, si hacemos lo que sea necesario para estar en una posición que nos permita disfrutar de sus beneficios. Notemos que nuestro Señor será el dueño de nuestro servicio, es decir, de nuestro tiempo y nuestros recursos


Servimos lo que adoramos, pero en nuestro corazón no hay lugar para dos Señores, siempre tendremos que decidirnos por uno.


Hasta este momento entonces esta es la mejor definición de ídolo a la que puedo llegar:


Un ídolo es cualquier persona, cosa o deseo que compite con Dios por la adoración de mi corazón expresada en la pasión, energía, tiempo y recursos que invierto en ello.   


El problema con los dioses falsos es que siempre fallan, nunca cumplen con lo que prometen. Ninguna cosa fuera de Dios tiene la capacidad de darnos la realización y felicidad permanente que andamos buscando.


Aplicación:

La pregunta que debemos hacernos, no es si tenemos algún ídolo en nuestra vida, creo que todos tenemos algo que al menos está compitiendo por la adoración de nuestro corazón. Las preguntas que debemos hacernos son ¿Cuál es este ídolo? y ¿cómo lo saco de mi vida?


Voy a mencionar dos formas en las que podemos desenmascarar estos falsos dioses. La primera es siguiendo nuestro servicio. ¿En donde estoy invirtiendo mi tiempo y mi dinero? ¿Es en cumplir la voluntad de Dios o en otro deseo? ¿Cuando tienes algunos minutos libres a donde vuela tu pensamiento? ¿Qué te gustaría estar haciendo?


Quizá la forma más efectiva de desenmascarar un ídolo tiene que ver con el siguiente pasaje.


Filipenses 4:4-7 (LBLA)
4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos! 5 Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.


Este pasaje nos habla precisamente de regocijarnos en el Señor, que Él sea nuestro deleite, nuestra felicidad y nos dice, por nada estén afanosos, temerosos. Por lo que la pregunta que nos debemos hacer, ¿Qué es a lo que más temes en tu interior? ¿Qué es lo que si llegaras a perder, tu vida perdería su valor?


¿Tu posición económica, el amor de tu esposo o esposa, tus hijos, tu imagen hacia los demás?


Una vez que sabemos contra qué estamos luchando, nuestra única esperanza, es hacer precisamente, lo que Filipenses 4 nos dice, Regocijarnos en el Señor. Debemos conocerlo, invertirle tiempo, hacerle nuestro tesoro, de forma que nuestro corazón lo abrace como la fuente de su gozo, en vez de el dios sustituto que estamos abrazando.
  
Estos ídolos son tan peligrosos que nos pueden llevar a despreciar al Señor "pues amará a uno y menospreciará a otro". La buena noticia, es que Dios guarda al que es nacido de Él. Lo guarda para que no peque, para que triunfe en la batalla de la fe, adorando sólo a Dios y haciendo bien a su prójimo, aún a quienes lo maltratan.


Oración:

Padre de toda gloria, guárdanos de los ídolos, guardanos del maligno, guárdanos de pecar, que nuestro corazón permanezca totalmente ligado a tí. Desenmascara los ídolos de nuestro corazón, trae arrepentimiento, y ayúdanos a conocerte y ver tu gloria, para que podamos adorarte sólo a ti, al único Dios verdadero. Te lo pedimos en el nombre del que te dio a conocer a nosotros, tu hijo Jesucristo. ¡Amén!


Preguntas(s) de reflexión:


  1. ¿Pueden identificar algunos ídolos de tu corazón?
  2. ¿Qué puedes hacer para que el Señor vuelva a ser tu deleite?


Por: Raúl Orozco. www.EstudiemosLaPalabra.com


miércoles, 29 de marzo de 2017

58. 1 Juan 5:18-19 - Dios nos guarda y el maligno no nos toca.


18 Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que aquel que nació de Dios lo guarda y el maligno no lo toca. 19 Sabemos que somos de Dios, y que todo el mundo yace bajo el poder del maligno.


Primero debemos ser conscientes que vivimos en un mundo bajo el poder del maligno. Generalmente no nos gusta ver el mundo en que vivimos de esta manera, no nos damos cuenta de cómo el sistema que rige a este mundo es tan opuesto a los propósitos de Dios. Definitivamente no estamos en un mundo donde el amor y la compasión es la norma, sino lo opuesto. Este mundo premia el egoísmo y la arrogancia.


¿Nos damos cuenta que el dios detrás de la industria, los negocios, el comercio, la política, la educación, las artes, la recreación y el entretenimiento es Satanás? No que ninguna de estas cosas sea mala en sí misma, pero es Satanás, quien usa y orquesta todas estas cosas, de forma que premia y alienta la rebelión contra Dios, la autosuficiencia, la arrogancia y el egoísmo.


Es importante que estemos consciente de esto, no podemos salir del mundo, no podemos dejar de participar completamente en estas cosas, pero debemos hacerlo con metas y motivaciones totalmente opuestas.


El versículo 18, nos da la confianza de que Dios nos guarda del maligno y todo el poder que tiene de este mundo. Y quiero que veamos en este versículo el contraste que hace con pecar y ser guardado del maligno. Dice "No peca SINO (opuesto) que aquel que nació de Dios lo guarda".


Generalmente cuando pensamos en la protección de Dios, pensamos en que no nos ocurran cosas malas o desfavorables "un accidente, una enfermedad, un mal día de trabajo, etc." Pero de lo que el Señor principalmente nos quiere proteger es de pecar".


Este es el mismo argumento de la oración del Señor o Padre nuestro...


Mateo 6:13 (LBLA)
“Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.
 
Tenemos que entender que lo que tenemos aquí son dos reinos en conflicto entre sí. El Reino de Satanás en plena rebelión contra Dios, alentando el egoísmo, la autosuficiencia, la arrogancia, el hacerse un nombre y una fama para uno mismo. Con todo un sistema que nos grita desde pequeños que esto es lo que nos traerá felicidad y contentamiento y trascendencia. Pero que sólo nos traerá ruina y perdición, como lo ha hecho durante toda la historia de la humanidad.


Y por otro lado el Reino de Dios, que nos lleva a seguir el ejemplo de Cristo Jesús de amor, de humildad, de compasión, de ver a los demás como más importantes que nosotros mismos. No de buscar un nombre y prestigio para nosotros mismos, sino sólo para el Señor.


Estos versículos nos ilustran la batalla de la fe, la batalla entre estos 2 reinos que ocurre dentro de nuestros corazones durante toda nuestra vida. Este es precisamente el entrenamiento en que estamos para pasar la eternidad en el Reino de Dios.


El apóstol Pablo nos da otra ilustración de esta batalla en Romanos 12...


Romanos 12:17-21 (LBLA)
17 Nunca paguéis a nadie mal por mal. Respetad lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres. 19 Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mia es la venganza, yo pagare, dice el Señor. 20 Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber, porque haciendo esto, carbones encendidos amontonaras sobre su cabeza. 21 No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal.


Es una guerra sumamente difícil. No sólo tenemos al mundo alentándonos con todas sus fuerzas para hacernos un nombre para nosotros mismos, para ver por nosotros antes que por los demás, sino que también sufriremos  el mal de nuestro prójimo, y nosotros somos llamados a vencer haciéndole bien.


Aplicación:

Quisiera que todos tuvieramos en mente esta batalla en nuestra vida cotidiana. Cuando nuestro compañero de trabajo, o nuestra esposa, o nuestros hijos nos lanzan una ofensa, no estamos viviendo una batalla entre esta persona y yo por quien tiene la razón, o quién merece más respeto, es una batalla entre el bien y el mal. Es una prueba si voy a vencer el mal con el bien, o voy a ceder a la tentación de ser vencido por el mal.


No quiere decir esto simplemente que voy a ignorar todo conflicto. Puedo ser vencido por el mal enfrascándome en una pelea, o distanciandome de la persona y siendo indiferente. Esto también es pagar con mal.


Lo que voy a hacer, como nos dice el apóstol Pablo, es que le voy a hacer bien. Si mi esposa me ofende, voy a hacerle bien, voy a hablar el problema de forma constructiva, voy a intentar que tengamos juntos esta perspectiva de los dos reinos.


Otra vez, el problema no es lo que ocurre fuera de nosotros, si nuestro cuerpo es lastimado, si nuestras finanzas sufren, el problema es lo que pasa en nosotros, si el bien o el mal triunfan en nuestros corazones. Nuestro cuerpo es temporal, nuestras finanzas no nos las podremos llevar, pero nuestra alma es eterna. Vale la pena luchar por ella.


Oración:    

Padre celestial, esta es una batalla difícil. Definitivamente necesitamos tu poder sobrenatural, por eso tenemos la confianza de que tu nos escuchas, si oramos conforme a tu voluntad. Esta batalla está en el corazón de tu voluntad. Te pedimos que nos ayudes no a ganar una discusión, sino que el bien triunfe en nuestros corazones, danos esta visión de batalla en medio de este mundo malo. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. ¡Amén!


Preguntas(s) de reflexión:

  1. ¿Cuando piensas en la protección de Dios, es la protección contra no pecar la que tienes en mente?
  2. ¿Qué pueden hacer hoy para ser más serio e intencional en tu batalla de la fe?


Por: Raúl Orozco. www.EstudiemosLaPalabra.com