miércoles, 22 de febrero de 2017

33. 1 Juan 3:16 - La realidad de cómo se demuestra el amor.


16 En esto conocemos el amor: en que El puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.


En ese entonces y ahora, podemos encontrar muchas definiciones y conceptos de lo que es el amor... un sentimiento, una decisión, y aunque puede involucrar muchas de estas cosas, Juan se sigue centrando en el fruto o manifestación del amor. Conocimos que el Señor nos amó, porque Él puso su vida por nosotros, se entregó para que nosotros pudiéramos vivir, y no sólo esto, sino que su vida completa en la tierra la dedicó a servir y hacerle bien a los demás.


Juan 15:13 LBLA
13 Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos.


El que nosotros tengamos su vida, implica que también tendremos su amor, y lo manifestaremos de la misma manera. Este es un privilegio y también una responsabilidad muy grande, este amor debe fluir libremente de nuestra nueva vida, pero encuentra estorbo en nuestra vieja naturaleza.


Podemos decir muchas cosas, podemos decir que tenemos mucho amor por cierta persona, pero si no ponemos nuestra vida por los demás, en realidad no amamos.


El amar es buscar el bien de la persona amada aún a costa de nuestros propios intereses y deseos, y también muchas veces en contra de su propio deseo.  


Santiago 5:19-20 (LBLA)
19 Hermanos míos, si alguno de entre vosotros se extravía de la verdad y alguno le hace volver, 20 sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.


Aplicación:

Debemos tener cuidado en adquirir conceptos externos de lo que es amor, en vez de adquirir nuestro concepto de las escrituras.


Si hablamos de amor de pareja, nuestra cultura enaltece el enamoramiento romántico, los sentimientos intensos que nos hace sentir una persona del sexo opuesto. Aunque este sentimiento puede ser maravilloso, este no debe ser nuestra guía para encontrar una pareja. Debemos priorizar el amor bíblico. ¿Estoy dispuesto a poner mi vida por la persona de la que estoy enamorada, de la forma en que Cristo puso su vida por nosotros?, ¿Esta persona tiene el carácter cristiano para hacer lo mismo por mí y por los hijos que vendrán?


El enamoramiento no será duradero, pero el compromiso y carácter de la persona que ama a Dios y que ama a la persona amada por encima de su propio bienestar si lo será.


Los solteros deben aprender a buscar este tipo de carácter en una persona del sexo opuesto y más importante, deben prepararse para ser ellos mismos este tipo de persona.


Los padres debemos de enseñar a los hijos a buscar y admirar estas características en la persona que buscarán para unirse en matrimonio, y debemos moldear nosotros mismos este carácter para que ellos lo puedan ver. Debemos estar consientes que ellos verán como normal el tipo de trato que nosotros le brindemos a nuestro conyuge. Es una gran responsabilidad, saber que mi hijo aprenderá cómo tratar a su esposa en el trato que yo le dé a su mamá, y mi hija aprenderá de mí, cómo un hombre debe tratarla en el trato que yo tenga con su mamá.  


Por otra parte, el amor al prójimo en nuestra cultura se confunde con aceptación total de las ideas y estilo de vida. Se nos dice que si amamos a alguien lo tenemos que "aceptar" tal como es. Esto es cierto, y Dios nos acepta como venimos. Pero el concepto de aceptación ha cambiado. Ahora se equipara el aceptar a una persona, con aprobar su estilo de vida y de pensamiento incondicionalmente sin importar si es correcto o no.


El amor cultural es opuesto al bíblico en el sentido que el amor cultural sacrificará la verdad en aras del respeto o aceptación. No podemos decirle a alguien que su forma de ver las cosas o su estilo de vida es erroneo porque esto es no aceptarlo.


El amor bíblico antepone el buscar el bien de la persona amada, a la voluntad de esta persona. Si vemos que su estilo de vida y elecciones las lleva por un mal camino, se los diremos y les estorbaremos. Si sus elecciones de vida los llevan a alejarse de Dios, debemos intervenir, aún cuando no sea cómodo para nosotros, aún cuando se enojen por que los reprendemos.


Padres, es muy importante que comprendamos esto y no nos dejemos llevar por una cultura que nos dice que si amamos a nuestros hijos aceptaremos como correcta cualquier ideología que ellos elijan. Debemos de amarlos más allá de serles agradables o cómodos, debemos amarlos sobre nuestro temor de que se alejen de nosotros. Tenemos la responsabilidad de guiarlos a la verdad en amor, y de velar sobre sus corazones, aún sobre su propia necedad.


Oración:

Amoroso padre, gracias por mostrarnos el amor, gracias porque siendo Dios y no teniendo necesidad ni obligación alguna para con nosotros, decidiste mostrarnos tu amor de forma sacrificial. Diste a tu hijo para que muriera y sufriera por nosotros en la cruz. Tu mismo sufriste al ver que tu hijo fue el objeto de tu ira que merecíamos nosotros. Ayúdanos a comprender este amor y a seguir tus pasos, a no “amar” por conveniencia como el mundo dice amar, sino a amar poniendo nuestras vidas, como tu lo hiciste. Te pedimos esto en nombre de nuestro Señor, quien puso su vida por nosotros. ¡Amén!


Preguntas(s) de reflexión:


  1. Piensa en el concepto que tienes de amor. ¿Está de acuerdo a lo que nos dice la escritura, o ha sido moldeado por nuestra cultura?
  2. ¿Qué puedes cambiar para amar más como Dios ama?

Por: Raúl Orozco. www.EstudiemosLaPalabra.com




No hay comentarios.:

Publicar un comentario