miércoles, 15 de febrero de 2017

28. 1 Juan 3:4-5 - Cristo se manifestó para quitar el pecado.


4 Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley. 5 Y vosotros sabéis que Él se manifestó a fin de quitar los pecados, y en Él no hay pecado.


El término "infracción de la ley", también se traduce en otras partes como "hacedores de iniquidad" o "sin ley". No se refiere a un acto aislado de pecado, sino a alguien que al practicar el pecado, se está desligando del gobierno de Dios sobre su vida. Es vivir, no por lo que Dios nos dice en su palabra, sino por ideas o principios propios.


Es decir o razonar: "La palabra de Dios dice.., pero yo opino que..." O "Dios promete..., pero en realidad no me interesa." Es reemplazar el gobierno de Dios por un gobierno dirigido por nosotros mismos. "Yo determino lo que está bien o mal para mí".


Es la misma palabra que se usa en Mateo 7:23 para aquellos que "practican la iniquidad"


Mateo 7:21-23  (LBLA)
21 No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” 23 Y entonces les declararé: “Jamás os conocí; apartaos de mi, los que practicais la iniquidad.”


Es decir, todos los que aunque me dicen Señor, no hacen la voluntad de mi padre, sino la suya propia. Esta es la esencia del pecado, lo fue desde el principio, y sigue siendo el problema esencial de la humanidad, el rechazar el gobierno de Dios sobre todas las áreas y aspectos de nuestras vidas.


Aplicación:

La biblia es muy clara, cualquiera que viva sin el gobierno de Dios sobre su vida no entrará al Reino de los Cielos. Es por esto que nuestro Señor vino a romper con esta esclavitud que nosotros teníamos al pecado, a la rebeldía contra Dios.


Si te han enseñado que Cristo vino sólo a morir por nosotros para hacernos libres de la culpa del pecado, pero que tu salvación es segura sin importar cómo vives, te están mintiendo, podrías darte la sorpresa de encontrarte en este grupo que llama a Cristo Señor, pero que no hace la voluntad del Padre. Cristo vino para romper esta esclavitud. El trabaja en nuestras vidas para que seamos realmente libres. Es un cambio progresivo, poco a poco, pero real.   


En Cristo no hay pecado, el fue el único ser humano que ha pisado esta tierra que siempre hizo la voluntad del Padre, esto era su comida, esto era su deleite.


Juan 4:34 (LBLA)
34 Jesús les dijo*: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra.


Es por esto que nos puede hacer libres, pues como inocente, tomó el lugar de culpable, para llevar en sí mismo el castigo que merecíamos.


2 Corintios 5:21 (LBLA)
21 Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.


Oración:

Gracias Padre, por salvarnos, por enviar a tu Hijo sin pecado para hacernos libres del pecado. Gracias porque éramos esclavos, porque estábamos llenos de iniquidad, no había en nosotros  ningún deseo de volver bajo tu gobierno, Aún así te acercaste, nos amaste, y diste al único libre de pecado para rescatarnos. Nos diste un nuevo corazón, y trabajas en nosotros para que volvamos a tí. Ayúdanos a someter toda nuestra vida bajo tu autoridad. Te lo pedimos en el nombre de Jesús nuestro Señor. ¡Amén!

Preguntas(s) de reflexión:

  1. Medita en el trágico destino de aquellos que viven su vida a su manera, aún cuando declaran ser seguidores de Cristo.
  2. ¿Estás siguiendo realmente al Señor? ¿o bien podrias encajar en el grupo que lo llaman Señor, pero no hacen lo que Él dice?



Por: Raúl Orozco. www.EstudiemosLaPalabra.com



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