martes, 28 de febrero de 2017

37. 1 Juan 3:21-22 - Dios responde las oraciones de los que aman.


21 Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios; 22 y todo lo que pidamos lo recibimos de El, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de El.


Si nuestro corazón no nos condena (habíamos explicado que esta condenación no es de juicio, sino de mostrar alguna falta), si nuestra conciencia, que el Espíritu Santo usa, no nos redarguye, podemos tener la confianza delante de Dios que estamos haciendo las cosas que a Él le agradan. Por supuesto, no debemos desligar estos versos de todo el contexto de este pasaje. No debemos inferir que si hacemos lo malo y no sentimos culpa estamos bien delante de Dios. Estos versículos sólo aplican para un corazón regenerado que habita Dios en él, que se goza cuando anda en los caminos de Dios y se duele cuando hay pecado.


Tampoco debemos ver estos versículos como un trueque en el que me porto bien con Dios y Él me concede cualquier cosa que le pido.


Lo que nos dice, es que nuestro corazón nos ayuda a confirmar que estamos andando en los caminos de Dios, que estamos amando a Dios y estamos amando al prójimo, y entonces, tenemos también el poder de Dios de nuestro lado, quien nos concederá lo que pidamos para hacer estas obras de amor, no para gastar en nuestros deleites, como también la carta del apóstol Santiago nos habla:


Santiago 4:3 (LBLA)
3 Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en vuestros placeres.
  
La oración que es contestada, es la que va acorde con la voluntad de Dios, para cumplir sus propósitos. Las oraciones para propósitos egoístas, por más de que hagamos otras cosas que agraden a Dios no serán contestadas, Dios es un Padre amoroso, que hace y concede lo que es mejor para nosotros y lo que es conforme a su plan, no precisamente lo que nos agrada.


Aplicación:

Dios nos ama, nos redimió para sí, y nos dió la tarea de amar a nuestros hermanos como Él nos amó. En esta gran tarea, Él no nos deja sólos, nos da su poder y respaldo por medio de la oración. Si la usamos en esta tarea, si la usamos de acuerdo a su voluntad, podemos estar seguros que Él nos concederá nuestras peticiones. No siempre de la forma en que lo pensamos, con frecuencia es en una mejor manera de lo que imaginamos. No pretendamos usar la oración para lograr metas egoístas, usemosla adecuadamente con la meta de ejercitar el amor.


Oración:
Padre todopoderoso, te damos gracias porque pones tu poder a nuestra disposición, podemos acudir a ti, confiados en que tú nos responderás. Que si pedimos las cosas que a tí te agradan, para hacer tu voluntad aquí en la tierra, tú nos respondes. Ayúdanos a tener el corazón correcto cuando nos dirigimos hacia a tí, te lo pedimos en el nombre precioso de Jesús. ¡Amén!


Preguntas(s) de reflexión:


  1. Piensa en tus últimas peticiones de oración. ¿Fueron oraciones para cumplir la voluntad de Dios amando a los demás, o fueron peticiones egoístas?

Por: Raúl Orozco. www.EstudiemosLaPalabra.com


lunes, 27 de febrero de 2017

36. 1 Juan 3:19-20 - Dios habla a nuestro corazón.


19 En esto sabremos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de El 20 en cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene; porque Dios es mayor que nuestro corazón y sabe todas las cosas.


Dios es amor, y si guiados por su Santo Espíritu, somos movidos al amor, y somos ricos en buenas obras, estaremos en un lugar seguro.


Por otro lado, el Espíritu Santo en nuestros corazones nos condena, no en el sentido de condenación en el juicio eterno, sino en el sentido de que haya culpa en nosotros cuando no obedecemos este mandamiento.


Tenemos la vida de Dios que nos impulsa al amor y a las buenas obras, pero tenemos también nuestra vieja naturaleza que nos impulsa al egoísmo y a buscar lo propio antes que al bien de nuestro hermano. Mayor que nuestro corazón es Dios, y Él dominará nuestro corazón y nos impulsará, queda de nosotros obedecerle.


Aplicación:

Haremos bien en obedecer a nuestro nuevo corazón, a nuestra conciencia que nos guía al amor, aún cuando esto implique riesgos y sacrificios. En todo momento, el cristiano se debatirá entre estos dos impulsos. Nuestro corazón será movido por Dios, y si no obedecemos no estaremos cómodos, el Señor nos estará inquietando, pero nosotros tendremos que tomar la decisión de obedecer. Dios nos lleve a amarnos menos a nosotros mismos y más a nuestros hermanos en necesidad.


Oración:   

Padre celestial, Te pedimos que nosotros y tu iglesia en general seamos despertados al amor, que no podamos resistir tu impulso en nuestro corazón renovado para amar de hecho y en verdad. Que podamos estar en un estado donde nuestro corazón no nos condene, sino que nos confirme que estamos en tu voluntad. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. ¡Amén!


Preguntas(s) de reflexión:


  1. Piensa en algunas de aquellas ocasiones en que has sentido la dirección del Espíritu a dar incluso sacrificialmente. ¿Has obedecido, o te has resistido la mayor parte de las veces?   



Por: Raúl Orozco. www.EstudiemosLaPalabra.com



viernes, 24 de febrero de 2017

35. 1 Juan 3:18 - Amemos de hecho y en verdad.



18 Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.


Podemos decir muchas cosas, podemos decir que amamos a Dios y a nuestros hermanos, pero al final nuestros hechos hablarán. Terminaremos haciendo lo que en verdad creemos y amamos.


Tito 1:16 (LBLA)
16 Profesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan, siendo abominables y desobedientes e inútiles para cualquier obra buena.


Si no estamos siendo útiles para buenas obras, si sólo estamos trabajando para nuestro propio beneficio, el amor de Dios no está trabajando en nosotros de la forma en que debería.


Debemos de ser ricos en buenas obras, no en ambición y amor por el dinero.


Quiero aprovechar para tocar un tema que tristemente he escuchado en voz de muchos predicadores, quienes minimizan la importancia de ayudar al necesitado, basándose en el pasaje cuando nuestro Señor fue ungido con un costoso perfume..


Marcos 14:3-8 (LBLA)
3 Y estando El en Betania, sentado a la mesa en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso de nardo puro; y rompió el frasco y lo derramó sobre la cabeza de Jesús. 4 Pero algunos estaban indignados y se decían unos a otros: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? 5 Porque este perfume podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y dado el dinero a los pobres. Y la reprendían. 6 Pero Jesús dijo: Dejadla; ¿por qué la molestáis? Buena obra ha hecho conmigo. 7 Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros; y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. 8 Ella ha hecho lo que ha podido; se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.


Usando este pasaje, argumentan que es mejor dar el dinero a la iglesia que darlo a los pobres, que es mejor gastar mucho en hermosas instalaciones porque dan "gloria a Dios", que en los pobres, pues Jesús apoya esta idea en este pasaje.


Sin embargo, si ustedes buscan en las referencias cruzadas o concordancia de su biblia, se darán cuenta, que cuando el Señor dice "a los pobres siempre los tendreis", está haciendo referencia  a un pasaje en el antiguo testamento...


Deuteronomio 15:11 (LBLA)
Porque nunca faltarán pobres en tu tierra; por eso te ordeno, diciendo: “Con liberalidad abrirás tu mano a tu hermano, al necesitado y al pobre en tu tierra.”


Así es que cuando dice, al Pobre siempre lo tendreis, es para que les ayudemos con liberalidad, no para que utilicemos esta ocasión específica que el Señor dijo que era mejor ungirlo, como pretexto para no hacerlo.


Incluso dijo "a mí no siempre me tendréis". Estaba haciendo referencia al tiempo en que estuvo físicamente en la tierra, por lo que el tiempo de hacerlo para Él, en vez de para el pobre ha pasado ya. Ahora el Señor Jesús nos dice en Mateo 25, si quieres hacer una obra buena para mí, hazlo por el más pequeño de mis hermanos.


Mateo 25:34-40 (LBLA)
34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; 36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.” 37 Entonces los justos le responderán, diciendo: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber? 38 “¿Y cuándo te vimos como forastero, y te recibimos, o desnudo, y te vestimos? 39 “¿Y cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?” 40 Respondiendo el Rey, les dirá: “En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis.”


Aplicación:

Debemos ser ricos en buenas obras, debemos amar de hecho y en verdad a nuestros hermanos. Podemos inventar muchas excusas para no hacerlo, pero la palabra de Dios es muy clara en que debemos amar a nuestros hermanos y debemos hacerlo de forma sacrificial, renunciando a cosas que podrían ser para nosotros, renunciando a metas y anhelos personales.


La iglesia de Jesucristo debe de distinguirse por ser muy generosa y llevar un estilo de vida simple, así como lo hizo Jesús en la tierra. No por tener un estilo de vida lujoso, y casas e iglesias ostentosas. Escojamos la simplicidad y funcionalidad, para liberar recursos suficientes para poder ayudar al necesitado.

Oración:

Amoroso y misericordioso Padre, ayúdanos a amar de hecho y de verdad. Que tu Espíritu nos lleve a amar sacrificialmente. Que tengamos en más valor a nuestro hermano y el hacer tu voluntad, que podamos despreciar los sueños de grandeza en este mundo, de egoísmo o de vanagloria. Te lo pedimos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos dió ejemplo al poner su vida por nosotros. ¡Amén!


Preguntas(s) de reflexión:


  1. ¿Estamos como personas, familias y congregaciones amando en verdad? ¿A dónde dirigimos nuestros recursos y esfuerzos?

Por: Raúl Orozco. www.EstudiemosLaPalabra.com



jueves, 23 de febrero de 2017

34. 1 Juan 3:17 - El que cierra su corazón.




17 Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él?


Si tenemos bienes en este mundo y vemos a nuestro hermano en necesidad, pero cerramos nuestro corazón hacia él, en realidad lo que estamos diciendo, es que me interesan más mis bienes materiales que mi hermano. Tengo la posibilidad de aliviar su necesidad, pero mi corazón se cierra. Esto es totalmente contrario al amor de Dios que ahora vive en nosotros.


La palabra ya nos dice que tenemos que amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, aquí Juan no está hablando ni siquiera del desconocido o del perdido, está hablando de nuestro hermano, pues cómo amaremos al que está lejos si no amamos al que está cerca.


Por otro lado, a veces podemos esconder nuestra falta de amor, diciendo que amamos al perdido, al necesitado que no conocemos, si enviando algo de ayuda, pero no involucrándonos en su vida.


Aplicación:

Creo que la gran mayoría en occidente somos culpables en esta área, en adición al egoísmo que tenemos por naturaleza, vivimos en una cultura que idolatra los bienes materiales. El tener cosas, el disfrutar de este mundo, se ha vuelto una prioridad en la vida de nuestra sociedad, no dejando lugar para la compasión y la misericordia por el que sufre.


Es triste ver cómo los que tienen menos bienes en este mundo son por lo general más compasivos que los que tienen bienes en abundancia. Muchos han sido capturados por el sueño y la idea de tener cada vez más, han abrazado la idea de que esto le da sentido a su vida, les da reconocimiento y seguridad, y no están dispuestos a renunciar a esto, aún a costa del sufrimiento de sus hermanos cuando tienen el poder para hacerlo.


Este es el peligro de las riquezas, de vivir en una sociedad materialista y abrazar el deseo de enriquecerse cada vez más. Las escrituras nos dan una fuerte advertencia contra este deseo.


1 Timoteo 6:7-10 (LBLA)
7 Porque nada hemos traído al mundo, así que nada podemos sacar de él. 8 Y si tenemos qué comer y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos. 9 Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. 10 Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores.


Debemos tener cuidado de amar más al dinero que a nuestro hermano, de teniendo los bienes para cubrir su necesidad, prefiramos perseguir estos deseos necios, que nos llevan a extraviarnos de la fe. Debemos de luchar en contra de una cultura en la que estamos inmersos, que nos grita en todo momento que valemos por lo que tenemos o por las experiencias que disfrutamos.


Nada trajimos al mundo y nada nos llevaremos, estemos contentos con un estilo de vida sencillo, pues así podremos tener libertad para ser generoso con el que tiene necesidad.


Oración:

Padre de toda gloria, te pedimos que guardes nuestro corazón de toda avaricia y codicia. Que nuestra ambición esté en el cielo, en tu presencia, no en los bienes de este mundo. Pon en nosotros un corazón que pueda ser generoso y dar con liberalidad al necesitado. Que nuestro amor por nuestros hermanos supera a nuestro amor por el dinero, la abundancia o el reconocimiento de la sociedad. Te lo pedimos en el nombre de Cristo Jesús. Amén!


Preguntas(s) de reflexión:

  1. ¿Qué dice tu forma de gastar el dinero? SI alguien viera tus gastos, ¿deduciría que amas a Dios, tu familia y hermanos, o al dinero y las comodidades y lujos de este mundo?


Por: Raúl Orozco. www.EstudiemosLaPalabra.com



miércoles, 22 de febrero de 2017

33. 1 Juan 3:16 - La realidad de cómo se demuestra el amor.


16 En esto conocemos el amor: en que El puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.


En ese entonces y ahora, podemos encontrar muchas definiciones y conceptos de lo que es el amor... un sentimiento, una decisión, y aunque puede involucrar muchas de estas cosas, Juan se sigue centrando en el fruto o manifestación del amor. Conocimos que el Señor nos amó, porque Él puso su vida por nosotros, se entregó para que nosotros pudiéramos vivir, y no sólo esto, sino que su vida completa en la tierra la dedicó a servir y hacerle bien a los demás.


Juan 15:13 LBLA
13 Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos.


El que nosotros tengamos su vida, implica que también tendremos su amor, y lo manifestaremos de la misma manera. Este es un privilegio y también una responsabilidad muy grande, este amor debe fluir libremente de nuestra nueva vida, pero encuentra estorbo en nuestra vieja naturaleza.


Podemos decir muchas cosas, podemos decir que tenemos mucho amor por cierta persona, pero si no ponemos nuestra vida por los demás, en realidad no amamos.


El amar es buscar el bien de la persona amada aún a costa de nuestros propios intereses y deseos, y también muchas veces en contra de su propio deseo.  


Santiago 5:19-20 (LBLA)
19 Hermanos míos, si alguno de entre vosotros se extravía de la verdad y alguno le hace volver, 20 sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.


Aplicación:

Debemos tener cuidado en adquirir conceptos externos de lo que es amor, en vez de adquirir nuestro concepto de las escrituras.


Si hablamos de amor de pareja, nuestra cultura enaltece el enamoramiento romántico, los sentimientos intensos que nos hace sentir una persona del sexo opuesto. Aunque este sentimiento puede ser maravilloso, este no debe ser nuestra guía para encontrar una pareja. Debemos priorizar el amor bíblico. ¿Estoy dispuesto a poner mi vida por la persona de la que estoy enamorada, de la forma en que Cristo puso su vida por nosotros?, ¿Esta persona tiene el carácter cristiano para hacer lo mismo por mí y por los hijos que vendrán?


El enamoramiento no será duradero, pero el compromiso y carácter de la persona que ama a Dios y que ama a la persona amada por encima de su propio bienestar si lo será.


Los solteros deben aprender a buscar este tipo de carácter en una persona del sexo opuesto y más importante, deben prepararse para ser ellos mismos este tipo de persona.


Los padres debemos de enseñar a los hijos a buscar y admirar estas características en la persona que buscarán para unirse en matrimonio, y debemos moldear nosotros mismos este carácter para que ellos lo puedan ver. Debemos estar consientes que ellos verán como normal el tipo de trato que nosotros le brindemos a nuestro conyuge. Es una gran responsabilidad, saber que mi hijo aprenderá cómo tratar a su esposa en el trato que yo le dé a su mamá, y mi hija aprenderá de mí, cómo un hombre debe tratarla en el trato que yo tenga con su mamá.  


Por otra parte, el amor al prójimo en nuestra cultura se confunde con aceptación total de las ideas y estilo de vida. Se nos dice que si amamos a alguien lo tenemos que "aceptar" tal como es. Esto es cierto, y Dios nos acepta como venimos. Pero el concepto de aceptación ha cambiado. Ahora se equipara el aceptar a una persona, con aprobar su estilo de vida y de pensamiento incondicionalmente sin importar si es correcto o no.


El amor cultural es opuesto al bíblico en el sentido que el amor cultural sacrificará la verdad en aras del respeto o aceptación. No podemos decirle a alguien que su forma de ver las cosas o su estilo de vida es erroneo porque esto es no aceptarlo.


El amor bíblico antepone el buscar el bien de la persona amada, a la voluntad de esta persona. Si vemos que su estilo de vida y elecciones las lleva por un mal camino, se los diremos y les estorbaremos. Si sus elecciones de vida los llevan a alejarse de Dios, debemos intervenir, aún cuando no sea cómodo para nosotros, aún cuando se enojen por que los reprendemos.


Padres, es muy importante que comprendamos esto y no nos dejemos llevar por una cultura que nos dice que si amamos a nuestros hijos aceptaremos como correcta cualquier ideología que ellos elijan. Debemos de amarlos más allá de serles agradables o cómodos, debemos amarlos sobre nuestro temor de que se alejen de nosotros. Tenemos la responsabilidad de guiarlos a la verdad en amor, y de velar sobre sus corazones, aún sobre su propia necedad.


Oración:

Amoroso padre, gracias por mostrarnos el amor, gracias porque siendo Dios y no teniendo necesidad ni obligación alguna para con nosotros, decidiste mostrarnos tu amor de forma sacrificial. Diste a tu hijo para que muriera y sufriera por nosotros en la cruz. Tu mismo sufriste al ver que tu hijo fue el objeto de tu ira que merecíamos nosotros. Ayúdanos a comprender este amor y a seguir tus pasos, a no “amar” por conveniencia como el mundo dice amar, sino a amar poniendo nuestras vidas, como tu lo hiciste. Te pedimos esto en nombre de nuestro Señor, quien puso su vida por nosotros. ¡Amén!


Preguntas(s) de reflexión:


  1. Piensa en el concepto que tienes de amor. ¿Está de acuerdo a lo que nos dice la escritura, o ha sido moldeado por nuestra cultura?
  2. ¿Qué puedes cambiar para amar más como Dios ama?

Por: Raúl Orozco. www.EstudiemosLaPalabra.com