viernes, 17 de marzo de 2017

50. 1 Juan 4:20-5:1 - El que ama al Padre ama al que es nacido de Él.


20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. 21 Y este mandamiento tenemos de El: que el que ama a Dios, ame también a su hermano. 5.1 Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al Padre, ama al que ha nacido de El.


Estos versos reiteran o resumen los versos anteriores. El amor procede de Dios, y si hemos nacido de Dios, automáticamente es creado en nosotros un amor por Dios y por nuestros hermanos. El decir que amo a Dios y al mismo tiempo aborrezco a mi hermano es una inconsistencia que no puede ser.


Incluso Juan dice que es imposible no amar a mi hermano que he visto y si amar a Dios a quien he visto. No quiere decir con esto que es más fácil amar a mi hermano porque lo veo que a Dios, como  muchas veces se interpreta. Cuando el amor de Dios nace en nosotros, se manifestará invariablemente en amor a Dios y a los demás.


A lo que Juan se refiere aquí, es que aún una persona puede amar a su hermano sin amar a Dios. Hay personas que no conocen a Dios y aún así pueden amar a su familia, a quienes ven, y a quienes tienen cerca, pero es imposible amar a Dios sin que esto nos lleve a amar a los demás.


El versículo 1 del capítulo 5 nos da más claridad en esto... Si verdaderamente creemos en Jesús es porque hemos nacido de Él, y si verdaderamente amamos al Padre, amamos también al que es nacido de Él.  


Romanos 5:5 (LBLA)
5 y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado.
 
Al recibir el Espíritu Santo, el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones. El que aborrece a su hermano, no puede decir que ama a Dios a quien no ha visto, pues es precisamente al recibir su Espíritu, cuando nacemos de Él, que Dios nos es revelado. Y si lo conocemos, si hemos sido nacidos de Él, su amor, que nos lleva a amarlo y a amar a nuestros hermanos, ha sido derramado en nuestros corazones.


Aplicación:

No tenemos entonces ninguna excusa para decir que si amamos a Dios pero no queremos tener trato con nuestros hermanos, o que tenemos motivos para no amar nuestros hermanos. Si estoy enemistado con mis hermanos, sea que estoy en conflicto abierto con ellos, o simplemente me retraigo y no quiero convivir con ellos. No puedo decir, yo quiero llevar mi relación personal con Dios aparte, este egoísmo no proviene de Dios.


Si hay esta actitud en nosotros tenemos que examinar nuestra vida. En el peor de los casos, es posible que ni siquiera haya recibido la vida del Espíritu y conozcamos a Dios sólo de teoría o de nombre, que este amor de Dios no haya sido derramado en nosotros.


En el mejor de los casos, es posible que estemos resistiéndonos a lo que el Espíritu quiere hacer en nuestras vidas. Es posible que el Espíritu te esté incomodando en este momento, y te esté impulsando a amar a los demás, pero que te estés resistiendo por egoísmo  o comodidad.


El amar a los demás es incomodo. Somos pecadores amando a otros pecadores, sin duda haremos cosas incómodas, desagradables, nos lastimaremos el uno al otro, pero la vida del Espíritu y el amor de Dios que ha derramado en nosotros nos llevará a amar sacrificialmente y buscar el bien de mi hermano, aún sobre mi comodidad o bienestar personal.


Oración:

Padre de toda verdad, líbranos de caer en el engaño de que podemos amarte y al mismo tiempo aborrecer a nuestro hermano, esto no puede ser, y es sólo una señal de que nos estamos amando más a nosotros mismos. Llévanos a examinar nuestra vida y llévanos al arrepentimiento si este es el caso. Que tu amor y tu perdón fluya a través de nosotros de forma sacrificial, y amando a los demás, aún sobre nuestro propio bienestar y nuestros propios intereses.


Preguntas(s) de reflexión:

  1. ¿Está el amor de Dios fluyendo en tu vida? ¿Qué puedes hacer hoy para seguir los pasos del Señor amando de forma sacrificial?


Por: Raúl Orozco. www.EstudiemosLaPalabra.com



5 comentarios:

  1. Gracias por preocuparse porque estas enseñanzas lleguen a alimentar nuestras almas DIOS LOS BENDIGA.

    ResponderBorrar
  2. Le agradezco su aportación tan valiosa para conocer un poco más a fondo la palabra de Dios, se necesita

    ResponderBorrar
  3. Gracias, Dios te bendiga, me arrojo luz tu explicación. Gracias a Dios.

    ResponderBorrar
  4. Gracias por su enseñanza. Fue de gran bendición para mi y para mi familia. DLB ❤️ OREMOS 🙏 UNOS POR OTROS SIN CESAR ❤️ 🙏

    ResponderBorrar
  5. Bendito el Rey de Reyes y señor de señores bendiciones.

    ResponderBorrar