lunes, 20 de marzo de 2017

51. 1 Juan 5:2-3a - El amor de Dios es que guardemos sus mandamientos.



2 En esto sabemos que amamos a los hijos de Dios: cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos. 3 Porque este es el amor de Dios: que guardemos sus mandamientos,...


Hemos estado viendo por bastante tiempo que la evidencia de amar a Dios es que amamos a los hermanos, y aquí parece que Juan lo está diciendo en sentido opuesto, que vamos a saber si nuestro amor es verdadero, si amamos a Dios.


Esto sería muy confuso si no fuera por el versículo 3, donde define el amor de Dios como guardar sus mandamientos. Es decir, el amor de Dios hacia los hermanos se expresa por medio de cumplir los mandamientos de Dios.


Primeramente, porque los mandamientos de Dios nos llevan a despojarnos de nuestro egoísmo y amar los demás. Es impresionante ver lo ligado que está el amor a nuestros hermanos con el cumplimiento de los mandatos del Señor, como el apóstol Pablo también lo expresa:


Romanos 13:8-10 (LBLA)
8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley. 9 Porque esto: No cometerás adulterio, no mataras, no hurtaras, no codiciaras, y cualquier otro mandamiento, en estas palabras se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10 El amor no hace mal al prójimo; por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley.


En segundo lugar, porque amar verdaderamente a nuestros hermanos es hacerlo desde la perspectiva de Dios y su palabra. Esto es muy relevante en nuestros días, cuando cada quien quiere definir la forma en que se debe de amar o la forma en que debe ser amado. Ya hablamos de esto en pasajes anteriores, pero es importante recordar, que debemos expresar el amor de la forma en que Dios lo establece en su palabra.


Aplicación:

Es muy importante que no nos dejemos engañar por otros conceptos de amor que  el mundo tiene. El amor no es renunciar a la verdad, o afirmar todas las ideas del ser amado. Nosotros amamos cuando le hacemos el mayor bien posible a las personas, llevarlas a una relación con Dios Padre y su Hijo Jesucristo.


Por ejemplo, un hijo que ande en malos pasos pudiera decir que si lo aman, lo acepten tal como él es y lo que ha escogido hacer, pero si lo amamos con el amor de Dios, estaremos estorbándole en su maldad, orando por él y hablándole del camino del Señor.


Oración:

Padre, ayúdanos a amar como tu amas, que sea tu palabra y tu Santo Espíritu lo que definan el amor para nosotros, no nos dejes caer en el engaño de un amor conveniente y políticamente correcto, que el mundo promueve comprometiendo la verdad. Ayúdanos a tener la convicción de que un amor que no lleva a tu verdad, no es para nada amor. Que esto quede bien grabado en nuestros corazones, en el nombre de tu Hijo Jesucristo. ¡Amén!



Por: Raúl Orozco. www.EstudiemosLaPalabra.com



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