1 Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún afecto y compasión, 2 haced completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito. 3 Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, 4 no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.
Después de pedirles que se comporten de manera digna del evangelio (Estando firmes en un mismo espíritu y luchando unánimes por la fe) en la sección anterior, en este pasaje Pablo explica más a fondo cual es la actitud y comportamiento que espera de ellos.
Pablo empieza apelando al menos a algún rasgo de sentimientos o características que deben abundar en nosotros como cristianos. Lo lógico es que estos sentimientos y pensamientos propios de un corazón renacido nos lleven al comportamiento y actitud correcta: Con un mismo sentir, unidos en el espíritu, amándonos y dedicados a un mismo propósito.
Por el lado negativo, el principal obstáculo para estar en un mismo sentir en el espíritu, amándonos y dedicándonos a un mismo propósito es el egoísmo o vanagloria que nos hace buscar nuestros propios intereses. Si cada quien considera al otro como más importante que uno mismo, y el buscar los intereses de los demás más importante que los nuestros, podremos tener esta actitud.
Aplicación:
Al nacer de nuevo, tenemos el estímulo del Espíritu Santo en nuestros corazones que nos impulsa a amar a Dios y hacer su voluntad, a costa de los deseos terrenales. Siguiendo este impulso, debemos luchar contra el egoísmo y la búsqueda de lo propio, a lo cual estamos inclinados por nuestra naturaleza caída.
Debemos tener esto presente cada día, cuando la tentación viene para dedicarnos sólo a lo temporal, o para lograr cada vez más metas terrenales, o cuando soy tentado a perjudicar a alguien más por mínimo que sea, para beneficio personal. Usualmente estas metas se contraponen con el propósito del evangelio. El propósito del evangelio nos lleva a sacrificarnos por los demás, a verlos como superiores a nosotros mismos.
Oración:
Amado Señor, líbranos de nuestra tendencia a buscar lo propio y ser egoístas. Ayúdanos a ser libres para en un mismo sentir amarnos los unos a los otros, y dedicarnos a tu obra. Ayúdanos a seguir el impulso de tu Santo Espíritu en el nuevo corazón que has puesto en nosotros. Te lo pedimos por el glorioso nombre del Señor del universo. ¡Amén!
👂🏼 ▶El audio del estudio está disponible en audio (pensando en que sea una ayuda a los débiles visuales, o personas que aprenden mejor escuchando,sólo busca el día que corresponde hoy para que lo escuches desde la lista de reproducción del estudio: https://soundcloud.com/user-23579622 |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario