3 Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, 4 orando siempre con gozo en cada una de mis oraciones por todos vosotros, 5 por vuestra participación en el evangelio desde el primer día hasta ahora, 6 estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.
Pablo expresa el gozo y gratitud que siente cada vez que recuerda a los Filipenses. Este es un gozo y un sentimiento de gratitud tan grande, que lleva a Pablo automáticamente a expresar estos sentimientos en Oración a Dios. Pablo no está describiendo una oración que hace por obligación en su lista de peticiones, sino una que fluye del corazón con gozo y gratitud al recordar la preciosa obra que Dios ha hecho en los filipenses.
Su gozo y gratitud están fundamentados en que ellos participaron en el evangelio con él, y esta participación implica también que Dios ha iniciado la obra en ellos y tienen la promesa de que Dios la perfeccionará. Esta es la base del agradecimiento y gozo de Pablo. La participación de los Filipenses no sería motivo de gozo temporal sino de gozo eterno, lo mejor estaba por venir. Su esperanza supera las circunstancias de esta vida.
Podemos tener la seguridad que cuando entregamos nuestra vida al Señor, esto no es sólo una decisión de seguir alguna enseñanza, sino el inicio de la obra de Dios en nosotros. Es Dios quien cambia nuestros corazones, y es Él quien dirige la obra, desde un inicio hasta una perfección, preparándonos para estar eternamente en su presencia.
Aplicación.
Es un gozo incomparable el ser testigo de lo que Dios hace en nosotros y las otras personas. Es un gran privilegio experimentar este tipo de alegría y gratitud, que motivaban las oraciones de Pablo en la prisión. No eran oraciones de desesperación por el encarcelamiento, eran oraciones de gratitud y gozo, los cuales superaban por mucho la tristeza de la prisión. Por este gozo y la esperanza futura, muchas personas han sufrido con gozo grandes dificultades y sufrimientos.
El apóstol Juan expresaría este sentimiento de esta manera: “No tengo mayor gozo que éste: oír que mis hijos andan en la verdad”. 3 Juan 1:4
Al seguir su ejemplo nosotros tendremos el privilegio de participar de esta gran salvación y de este gran gozo. Te invito a seguir a Dios y abrazar el evangelio de Cristo, a experimentar su obra de primera mano y experimentar el gozo que Pablo irá describiendo en esta carta, que supera todo entendimiento y todo sufrimiento.
Para los que amamos al Señor y hemos decidido seguirlo, tenemos la seguridad de que Dios completará la obra que empezó en nosotros. Aún cuando veamos muchos defectos en nosotros, debemos animarnos y sentirnos seguros en que Él no nos dejará solos, no somos nosotros quienes nos sostenemos, el que inició la obra, es el mismo que la perfeccionará.
Oración:
Padre celestial, nos unimos a la oración del apóstol Pablo para que esto sea una realidad en nuestras vidas y en las de la gente que amamos y servimos, tu has iniciado la obra, y si hemos visto los frutos de tu Espíritu mostrarse en nosotros, podemos estar confiados que estás trabajando en nosotros y ser fortalecidos para continuar. Te agradecemos gozosamente por el trabajo hecho hasta hoy en nosotros.
Así mismo, te pedimos poder presenciar tu obra en nosotros y en los demás, te pedimos ojos para ver tus maravillas, tanto en tus obras, como en tu palabra y en tu creación. Te pedimos que todo esto pueda provocar oración en agradecimiento y en hambre por más de tí.
Que nuestra vida de oración y devoción contigo sea un constante ver tu obra y recibir tu palabra que provoque gozo, agradecimiento, que expresemos en oración a tí y en hambre por más de tí, oraciones que tú contestaras volviendo a iniciar este maravilloso ciclo. Te lo pedimos por nuestro Señor quien hace todo esto posible. ¡Amén!
